Sociedad Murciana de Neurología, Sociedad Murciana de Medicina de Familia y Comunitaria. Editado por Consejería de Sanidad. Servicio Murciano de Salud. Coordinadores: Ana Morales Ortiz, Antonio Martínez Pastor. Ver Documento completo PDF

1. Justificación y objetivos de la guía

Ana Morales Ortiz

La prevalencia del ictus en España, aunque ha disminuido en los últimos años, continúa siendo muy elevada, pese a haber experimentado una mejoría del control de los factores de riesgo cardiovascular en nuestro país y sobre todo del principal factor de riesgo para el ictus, la hipertensión arterial. El ictus constituye la 3ª causa de mortalidad en la población española y la primera causa de muerte en la mujer.

La incidencia del ictus es aproximadamente de 200 casos cada 100.000 habitantes, lo cual supone más de 2.000 casos nuevos al año en nuestra región. Por otra parte se calcula que hoy en día hay unas 6.000 personas con secuelas de ictus en nuestra región.

En nuestro país, el ictus en la fase aguda recibe una atención hospitalaria, continuándose el seguimiento en Atención Primaria. Una vez el paciente es dado de alta de los hospitales, dadas las características de nuestro sistema nacional de salud es difícil que el neurólogo pueda llevar un seguimiento continuo y estrecho del paciente, por lo que le corresponde al médico de familia este papel.

Aunque en los últimos diez años ha mejorado mucho la atención al ictus en nuestro país, creemos que en la fase de recuperación y cuidados de estos pacientes tras un ictus todavía se mantiene una actitud pasiva y algo nihilista.Ejemplos de ello son la pobre infraestructura de rehabilitación que existe en general en nuestro entorno y la escasa reincorporación a la sociedad y a la actividad laboral de los pacientes tras un ictus.

Por todas estas razones, la Sociedad Murciana de Neurología y la Sociedad Murciana de Medicina de Familia hemos convenido en la necesidad de realizar un protocolo donde de manera actualizada y sencilla se explique cuáles son las medidas médicas que se deben realizar para intentar cumplir los dos objetivos fundamentales en el cuidado de un paciente tras un ictus: disminuir al máximo las secuelas y evitar la recidiva de la enfermedad.

Para ello un grupo de neurólogos y médicos de familia hemos trabajado de manera conjunta y estrecha, revisando en profundidad la literatura más actual sobre este tema.

En el año 1998 un grupo de expertos en ictus se reunió en Helsingborg (Suecia) y redactaron una declaración que recogía una serie de objetivos que mejoraba el manejo del ictus. Se marcaron como meta haber conseguido esas mejoras en los distintos países europeos para el año 2005.

Entre los objetivos que Helsingborg intenta conseguir tras la fase aguda del ictus, están:

  • 1. Conseguir la independencia de las actividades de la vida diaria a los 3 meses del ictus en el 70% de los supervivientes.
  • 2. Obtener para todos un acceso fácil a la prevención secundaria.
  • 3. Conseguir que las recurrencias en los 2 años sean inferiores al 20%.
  • 4. Conseguir que la mortalidad por causa vascular a los 2 años resulte inferior al 40%

Nuestro objetivo final a la hora de redactar, publicar e implantar este protocolo es mejorar la información sobre lo que tiene que hacerse en el seguimiento de estos pacientes y así conseguir una mejora del manejo de estos paciente en nuestra región, siguiendo las pautas establecidas por la declaración de Helsingborg.

Esperamos y estamos seguros que con la colaboración de todos, este proyecto tendrá sus frutos.