EL VESTIDO
En el vestido también hay que potenciar la autonomía de la persona. Se facilitará que ella sola o con alguna ayuda pueda vestirse.
Les recomendamos:
- – Debe disponerse de toda la ropa de una forma ordenada y colocada según el orden de uso, para vestirse más fácilmente.
- – Es aconsejable empezar a vestirse primero por la extremidad afectada (figura 3.7) y desvestirse al revés: primero retirar la ropa del brazo y la pierna no afectados (figuras 3.8 y 3.9).
- – Al principio, es mejor utilizar prendas de vestir prácticas y holgadas, como ropa deportiva: con cintas elásticas en la cintura, velcro…
- Los zapatos deben ser cómodos y cerrados, para que el pie esté bien sujeto.
- – Para vestirse y desvestirse es mejor que la persona esté sentada. Debemos enseñarle que, con las dos manos juntas, ponga la pierna afectada encima de la pierna sana y así le será más fácil ponerse un calcetín o el pantalón (figuras 3.10, 3.11 y 3.12).
- – Pueden usarse calzadores de mango largo.
Al principio, vestirse puede suponer un gran esfuerzo, sobre todo cuando la movilidad está muy reducida. ¡Debemos animar a la persona con sus progresos!
A los pacientes con afectación del hemicuerpo izquierdo, vestirse les ayudará a trabajar y a reconocer la parte afectada.