Cada seis minutos se produce un ictus en España, siendo la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda en hombres. Además, se estima que un tercio de los pacientes con ictus fallecen por esta causa y que el 40 por ciento sufre una discapacidad que les impide valerse por sí mismos. Su aparición provoca más incapacidad y muertes prematuras que el Alzheimer y los accidentes de tráfico juntos.



“Cada año se diagnostican casi 120.000 nuevos casos de ictus en España. Es una enfermedad con un elevado impacto médico, social y personal tanto para el paciente como para su familia. Por este motivo, las asociaciones de pacientes de ictus decidimos crear una plataforma para difundir el alcance de esta enfermedad, sus consecuencias y la forma de prevenirla, y por otro lado, mejorar la situación de las personas afectadas”, tal como ha explicado Manuel Navarro, presidente de la recién creada Federación Española de Ictus, una plataforma que nace con el objetivo de informar y concienciar a la población sobre el ictus, y sensibilizar tanto a la sociedad como a la Administración sanitaria del alcance de esta enfermedad y sus consecuencias.



Como ha señalado, por su parte, el coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (GEECV-SEN), el doctor José Álvarez-Sabín, , los estudios han demostrado que el diagnóstico precoz del ictus y la atención neurológica especializada reducen la mortalidad y la discapacidad. El tratamiento precoz supondría salvar la vida a más de 6.000 enfermos de los 40.000 que fallecen cada año.



Sin embargo, dos situaciones están frenando, en opinión del doctor Álvarez-Sabín, la posibilidad de prevenir y evitar las secuelas: por un lado, el desconocimiento de la población en general sobre qué es el ictus y, por otro, la ausencia de unidades de ictus en los hospitales. “No existe en España el número suficiente de Unidades de Ictus que permitirían garantizar la atención adecuada a los pacientes”. Hay sólo 29 de las 95 que debería haber, “por lo que sólo estamos dando cobertura a menos de 1/3 parte de la población que lo necesita”, precisa este experto.

Reincidencia

Esta falta de prevención se hace más patente en los pacientes que han sufrido un ictus y que presentan un alto riesgo de sufrir otro episodio. El riesgo es más elevado en los primeros tres meses, pero a los diez años más de la mitad de los pacientes volverán a presentar otro ictus si no reciben el tratamiento adecuado y controlan sus factores de riesgo vascular. En este sentido, según los datos del estudio español IMPACTO, menos de un tercio de los enfermos que han padecido un ictus tienen los factores de riesgo controlados.



“Cuando una persona sufre un ictus –asegura el doctor Álvarez-Sabín- tiene un riesgo durante toda la vida de sufrir otro evento. De ahí, que se insista en la adopción de medidas preventivas de control de los factores de riesgo: mantener la presión arterial en cifras por debajo de 130/80mm Hg, controlar la alteración de los lípidos y de la diabetes mellitus, dejar de fumar y disminuir el consumo de alcohol y del sobrepeso, entre otras. Nuestro estudio ha demostrado que sólo uno de cada cinco pacientes (se incluyeron más de 5.000) que han sufrido ictus tienen bien controlada la presión arterial, la glucemia y los lípidos después del primer año”.



En opinión de este experto, “urge mejorar la correcta cumplimentación de las medidas de prevención secundaria del ictus. Se considera que se podría evitar hasta el 50 por ciento de los mismos. Por esta razón, es fundamental, ya que existe la evidencia científica de que los tratamientos y las medidas de control son altamente eficaces, realizar un seguimiento periódico a los pacientes y garantizar así el cumplimiento del tratamiento”. Se estima que entre el 40 y 50 por ciento de los pacientes abandona el mismo tras dos o tres años de haber sufrido el infarto.



Objetivos de la FEI

Uno de los primeros objetivos de la FEI es la participación en la Estrategia Cerebrales Ictus del Sistema nacional de Salud. “Dentro del Plan de Calidad, el Ministerio de Sanidad y Consumo incluyó entre sus objetivos la mejora de la atención a los pacientes con determinadas patologías, entre las que se englobó el ictus. En este sentido, se está trabajando en la Estrategia en ictus en colaboración con Sociedades Científicas, CC.AA. y pacientes y consideramos que la FEI debería estar presente”.



Entre sus propuestas se incluyen la puesta en marcha de campañas para mejorar la información sobre esta enfermedad, potenciar la creación de servicios de rehabilitación y de atención precoz y de unidades de ictus, entre otras.

Recogido a AZPRENSA