Protocolo de Ictus del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela

Servicio de Neurología, Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela
Dirección y Coordinación
Dra. Estrella López-Pardo y Pardo, Directora Operativa
Dr. José Castillo Catedrático de Neurología Servicio de Neurología

Introducción

Según la OMS, el ictus, como forma habitual de presentación de la enfermedad vascular cerebral, representa la tercera causa de muerte y la primera de invalidez en los adultos, siendo la primera causa de mortalidad en España por entidades específicas en las mujeres. La tasa de incidencia bruta de ictus oscila entre 101 y 285 por 100.000 habitantes y año1; por otra parte, los estudios realizados en España encuentran una prevalencia de ictus entre 4.012 y 7.100 por cada 100.000 habitantes de más de 64 años2. Estas cifras suponen un enorme coste tanto humano como económico.
En el ámbito hospitalario los ictus suponen el ingreso más frecuente en las áreas de Neurología, pero también en las de Medicina Interna, y es uno de los procesos que comportan mayor estancia media y ocasionan mayor coste a los presupuestos de los hospitales. A pesar de su enorme importancia sociosanitaria, hasta hace pocos años no se ha desarrollado una atención específica para estos pacientes, sino que se ha cuestionado su ingreso en base a un nihilismo terapéutico3. Esta situación ha sobrevenido por la idea de que la isquemia cerebral se acompañaba ineludiblemente de muerte neuronal, y de que el ingreso hospitalario se justificaba únicamente por la necesidad de rehabilitación.
En la presente década el concepto en el manejo del ictus ha sufrido un cambio radical. Se establecen dos principios fundamentales, asumidos hoy por las organizaciones médicas especializadas, como el European Ad Hoc Consensus Group4, el Pan-European Consensus Meeting on Stroke Management5 y por la Sección de Stroke de la American Heart Association6: el ictus es una URGENCIA MÉDICA, y debe ser tratado preferentemente en una UNIDAD de ICTUS.
En el año 1995, se celebró en Helsinborg (Suecia) la Reunión de Consenso Paneuropea para el manejo del ictus5, cuyas recomendaciones son vinculantes para los países miembros de la Unión Europea. Como objetivo para el año 2005, la Declaración de Helsinborg recomienda que todos los pacientes con un ictus agudo deben tener un fácil acceso a una evaluación especializada y al tratamiento en UNIDADES DE ICTUS.